Morir por una vida pero ¿se puede vivir por una muerte?

lunes, 28 de febrero de 2011

Capitulo 6..................Recuerdos

Recuerdos

El lugar era simplemente hermoso, difícil de describirlo. Para entrar al jardín tienes que pasar por la mansión, muchos vampiros les gusta lo lúgubre pero nosotros no nos gusta eso.
Si nuestra vida esta llena de oscuridad ¿porque hacerla mas oscura con todo lo que nos rodee?

Es por eso que la mansión se conserva bien cuidada con su estilo francés de a principio de siglo XX.
Entre a mi casa, un lugar que venía incluido con el jardín.

No desperdiciare tiempo describiendo la mansión, era una mansión  y punto.
 Pase inmediatamente al salón de música, roce mi piano de cola negro y Salí al jardín.

Al abrir las puertas para salir al jardín,  cerré los ojos y deje que la brisa de mi lugar especial me diera una bienvenida. Camine con los ojos cerrados hasta que llegue al balcón circular que se encontraba como a 4 metros de la entrada.
Me recargue tranquilamente en el barandal escuchando cada sonido que había en mi jardín. El sonido de los grillos en la noche, las cigarras haciendo sonidos indescriptibles, en todo mi jardín siempre había animales es algo a lo que no pude despegar, mi fascinación cuando era humana.

La única diferencia es que a partir de mi transformación los animales no se me acercaban y solo me gruñían y huían despavoridos por lo que su instinto les decía. Los puedo observar desde lejos y no pasa nada, con el tiempo los animales que habitan en este lugar se han dado cuenta de que no les hago daño y solo me dedico a observarlos pero aun así tengo que mantener distancia debido a que su instinto sale a flor de piel y huyen de mi.

Era una noche preciosa donde se observaban claramente las estrellas sobre mi cabeza. Instintivamente de un salto felino me subí al barandal del balcón, en el que estuve paseando bastante rato como niña chiquita que sueña con ser Cinquera. Manteniendo el equilibrio en el balcón y ya teniendo mas practica haciendo maromas como si fuera un caballo de gimnasia olímpica.

Esos momentos son los que me hacían parcialmente feliz volver a sentirme una frágil humana  que se divierte arriesgando su vida en un juego, bueno aunque mi vida  no se arriesga más.

Me detuve en ese momento y salte del balcón hacia abajo, donde se encontraba mi jardín.  Caí en el pasto sobre las puntas de mis pies descalzas que desde la sala de piano habían dejado los zapatos y caminaban experimentando las texturas que el mundo me ofrecía.

Sentir el pasto fresco por el rocío de la noche. Camine con delicadeza intentando no arruinar el pasto con mis huellas. Poco a poco me fui acercando a todo. Rozando los lirios, lilias, rosas y todo tipo de flores que tengo a mi alrededor.

Llegue a el sauce un lugar perfecto para estar, es tan viejo  y tan grande que sus hojas forman una cortina ocultándote en el interior de el.
Entre y era totalmente un lugar protegido. Estaba totalmente iluminado por las luciérnagas que había alrededor y  la luz de la luna que se filtraba por las hojas.

Llegue y me recargue en  el tronco del árbol donde se filtraba un gran rayo de luz  de luna que me iluminaba.

La luna me recordaba la blancura de ese monstruo ese monstruo que me quito la vida.

Fue a finales de 1899 en una cena de navidad que había en la ciudad en la que yo vivía, en ese tiempo yo era de la alta sociedad, la segunda más pequeña de 4 hermanas. Mis hermanas mayores ya estaban casadas y una esperando un niño, mientras yo estaba en el esplendor de mi vida. Mis padres al conocer de mi gran belleza pero sobre todo de la bondad que tenía mi corazón buscaban en toda la sociedad al hombre que fuera merecedor de mi corazón.

En esa noche de baile, estaba platicando con las demás muchachas de esa época, cotilleando sobre las personas que había a nuestro alrededor fue entonces cuando de mi espalda surgió un caballero.
-Disculpen las molestias bellas damas pero me encantaría tener el honor y el placer de bailar  con esta bella dama de ojos zafiro-

Era un muchacho blanco como la cal  con  ojos que hipnotizaban, demostraba un semblante de caballero  vestido en su traje negro de época.

-Sería una descortesía mía no aceptar este baile de semejante caballero- dije sonriéndole y ofreciéndole mi mano que beso  dulcemente, yo sintiendo un escalofrío en la espalda por lo frío de sus labios.

Me acerco al centro del salón donde empezamos a bailar al ritmo de la música que sonaba. El me veía fijamente  mientras bailábamos a lo que yo le sostenía la mirada y sonreír provocativamente.
Fue en ese momento en que poso su mano con un poco de fuerza en mi espalda y se acerco a mi oído para susurrarme
-¿Cuál es el nombre de esta bella dama?-
-Angelique y ¿Cuál será el nombre de este galante mozo que me acompaña?-
-Cristopher-

Volví al instante a la realidad al sentir mi celular vibrar en mis jeans, era la alarma  de mi celular era hora de partir para poder ver el amanecer.
Abrí la cortina que hacia mi sauce y desaparecí en la oscuridad de la noche dejando todo tan tranquilo como encontré, claro dejando el alimento necesario para todos los animales que viven aquí.

Cerré la casa como si nunca hubieses estado alguien ahí y claro nadie lo estuvo o bueno nadie vivo…

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Perdón ya se que desaparecí del mapa por mucho tiempo, pero estaba en exámenes y me fue imposible  escribir. Espero que les guste el capitulo es un poco diferente y no tan frívolo como  lo es Angelique. Conozcan un lado de ella que esconde en su frío corazón
Los quiero comenten y visiten mis blogs
xoxo

1 comentario:

  1. me gusto el cap, aunque fue un pco corto
    quien ese ese tal cristofer,
    no me dejes con las ansias publica pronto
    plis y tambien visita mi blog. :)
    XOXO

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