Morir por una vida pero ¿se puede vivir por una muerte?

sábado, 30 de abril de 2011

Capitulo 11..................Pesadilla (Parte 2)


ESTE CAPITULO TIENE CONTENIDO EXPLICITO , ES SU DESICIÓN LEERLO
.............................................................................................

Pesadilla (Parte 2)

Corrí rápidamente al  balcón para asomarme para ver donde había caído.

Cristopher seguía con vida, se había sostenido con una mano  del balcón mientras que con la otra veía su reloj. Cuando vio que me asome lo cerro.
-Vaya señorita 3 segundos en asomarse al balcón creo que te impresione-
-Cristopher por dios llamare a los mozos para que te ayuden a subir, por favor no te caigas. Resiste- dije lista para darme media vuelta
-¿Será solo una maleta mi piedra preciosa?- pregunto Cristopher
-Si, lo será, lo será pero por favor, resiste ya vuelvo-
-No es necesario subiré en un segundo- dijo Cristopher para después de tomar un impulso rápido, saltar y caer de cuclillas en el barandal del balcón, sonriéndome.
-¿Cómo hiciste eso?- pregunte anonadada
-Soy especial- dijo mientras  me sonreía y se bajaba del balcón para besarme apasionadamente.
Me tomo por la cintura y con ambas manos me subió al barandal, yo me aferre con fuerza a su cuello, el me recorría con sus frías manos por todo mi cuerpo, por cada lugar que pasaban sentía que mi piel ardía de pasión.
Rodee su cintura con mis piernas y pegándolo mas a mi. Subió poco a poco sus besos desde mi cuello hasta mi boca. La besaba con fiereza y pasión.
Yo solo sentía como sus labios me besaban con fuerza y deseo.
Me separe de sus labios en busca de aire para ellos.
-Cristopher, espera yo quisiera esperar hasta después de la boda- dije
-¿Esperar? O amor mío, ¿acaso no me amas?, para que esperar hasta después de la boda- dijo para callar mis labios y mis suplicas con ellos
-Espera, es que yo nunca he estado con algún hombre Cristopher- dije
-Y no estarás con otro hombre después de mí, eso te lo aseguro- dijo  para callar de una vez mis labios con sus besos, mordiéndolos con pasión y recorriendo cada parte de mi cuerpo con sus frías manos.

Se separo del barandal para entrar a mi habitación, yo colgada sosteniéndome con mis piernas y mis brazos alrededor de su cuello.
Recordé como había sido mi primera vez con el, pasional llena de entrega de mi parte. El recorriéndome con sus labios y sus manos por todo mi cuerpo. El simple rose de un dedo suyo hacía que sintiera como mi piel hervía bajo ese toque.  Amanecimos al día siguiente, desperté recostada sobre su pecho, mientras el estaba dormido. Observe su cuerpo escultural blanco como la cal, pero firme y duro como la piedra. Bese su torso desnudo con adoración a lo cual, el solo acaricio mi cabeza con cariño. Lo despedí con amor para que bajara por el balcón antes de que los demás despertaran  y se dieran cuenta de que paso la noche aquí. Observe como bajaba la enredadera, me voltee y me fui a sacar mi ropa para el baño, observe mi cuerpo desnudo en el espejo lleno de cardenales por donde habían pasado sus manos en mi cuerpo, algunas marcadas con mayor fuerza que otras.

Si tan solo hubiese puesto atención a las señales.

Parpadee y ahora ya no estaba en mi habitación, me encontraba en el muelle esperando a mi amado para irnos. Sentí una fría respiración en mi cuello y supe que era el. Voltee automáticamente y me lance a sus brazos, rodeando su cuello y besándolo con pasión.
-Por fin llego el gran día- dije emocionada despegándome de el
-No sabes cuanto tiempo he esperado por esto- dijo devolviéndome el beso.
-Bueno creo que es mejor que vayamos al carruaje, tenemos un gran viaje- dije
-Antes de eso caminemos por el malecón, antes de irnos de este lugar, una ultima vista no nos hará daño- dijo tomándome de la mano y llevándome a caminar por todo el malecón.

Caminamos y caminamos en una noche sola y tranquila. Llegamos a la parte mas alejada  del muelle. Estábamos en el rompe olas observando con tranquilidad la noche.

-Que bella noche- dije recargándome en su pecho, el se movió con brusquedad separándose de mi y colocándose enfrente de mi con la cabeza baja.
-¿Qué te pasa?- pregunte alargando una mano hacía el, pero el la quito con un manotazo sin piedad.
-Ya me harte de esta farsa, es momento de que sepas la verdad- dijo alzando la cabeza y viéndome con una sonrisa torcída que denotaba  maldad.
-¿De que hablas?, Cristopher no te entiendo- dije
-Ya me harte, te he conseguido y eso es lo que cuenta, no sabes como te he deseado- dijo mientras se acercaba y me olía el rostro- pero no puedes morir sin saber la verdad, sería cruel de mi parte.
-¿Morir? ¿De que estas hablando?- dije asustada
-Que yo no soy lo que parezco, ni siquiera soy humano, pasamos una noche juntos y ¿nunca te diste cuenta que mi corazón no latía?, que estupida mujer, te consideraba mas astuta. Pero en fin, veras, vine a esta ciudad porque en mi anterior residencia ya no aparentaba la edad que tengo. Cada determinado tiempo me tengo que mudar, si no levantaría sospechas. Yo, aparentaba 20 años cuando debería tener 37.  Me mude y acudí a la fiesta de la sociedad, debía de ser la comidilla de este lugar, fue entonces cuando te vi.
Tan bella, tan perfecta, pensé que serías una presa fácil de seducir, que en menos de una semana ya tendría tu tibia sangre en mi garganta. Pero vaya que eres difícil de conquistar. Acostumbro  durar con mis presas una semana pero tu, tu forma de ser me pareció demasiado divertida para una sola semana. Además esa noche que pasamos juntos, vaya que me costo trabajo muñequita- dijo mientras me tomaba el mentón con fuerza y me rodeaba como si fuera su presa.

-Pero eh aquí, el esfuerzo tiene su recompensa y vaya premio que me gane, una noche excelente y una cena deliciosa- dijo susurrándome al oído.
-¿Qué eres?- pregunte al borde de las lagrimas
-Un vampiro- dijo para después lamer mi cuello saboreándome.
-No importa, yo te amo- dije segura de mi misma
-¿Qué estas diciendo niña?, ¿Tu me amas? Jajaja que niña tan tonta, no te das cuenta que yo no te quise . Fuiste un pasatiempo, un bello pasatiempo pero no me importas. Nunca lo hiciste eres solo una asquerosa humana que creyó que alguien como yo se enamoraría de ti-
-No te creo, yo te amo- dije lanzándome a sus brazos y llorando sobre su pecho.
El acaricio mi cabeza para después tomarme del cabello y alejarme de su pecho
-Me das asco humana- dijo para después darme  una bofetada  que me lanzo al suelo. Yo lloraba desconsoladamente, el amor de mi vida, al que me había entregado nunca me quiso y nunca fue lo que pensé.
-Antes de que mueras, no puedo dejarte morir cubierta de tantas telas.-Dijo para después hacerme parar y poco a poco ir destruyendo mi vestido, fuertemente con sus garras. Destrozando el vestido que con tanto amor elegí para nuestra huida. Llego el momento en que quede en corsette.
-Así estas mejor, y ahora mi amor, Adiós.-dijo tomando mi rostro con una mano para que lo viera.
-Oh por favor no llores, que la sangre se amarga con la tristeza, mejor un ultimo beso- dijo para después besarme apasionadamente. Poco a poco fue bajando de mi boca hasta mi cuello, yo lloraba desconsoladamente. Fue en ese momento en que sentí sus colmillos rozar la piel de mi cuello.
Solté un grito y lo empuje lejos de mi a lo cual, el me vio y sonrío malévolamente.
-No escaparas de mí, así que ni siquiera vuelvas a gritar. No hay personas en una buena distancia que te escuchen- dijo Cristopher para después  aparecer en frente de mí, tomándome fuertemente de la parte baja de la nuca para apretarla y así hacer que levantara la cabeza.
Acerco su boca a mi cuello, lamió mi cuello y después clavo sus colmillos en mí. Yo estaba petrificada en mi lugar no podía moverme y aunque la sensación que sentía mi cuerpo era muy placentera, por dentro, en mi corazón y en mi mente estaba destrozada. El amor de mi vida no existía, debí haberle hecho caso a mi padre el día en que conocí a Cristopher, no volveré a  ver a mi familia, a mis hermanas; mi padre estará desolado.

Cerré los ojos dejando que las lagrimas rodaran por mis mejillas, una de ellas cayendo en la mejilla de Cristopher. Poco a poco fui perdiendo fuerzas y lo único que me mantenía de pie era Cristopher que me tenía tomada por el cuello y una mano en la cintura. Ya no tenía fuerzas para nada me deje vencer por la muerte que me arrastraba.

Cristopher me tomo en brazos y me dejo a la orilla del rompe olas, siendo golpeada por el mar y estampando mi cuerpo con las rocas que poco a poco  rasgaban mi cuerpo, ya casi sin gotas de sangre.

Cerré los ojos esperando que la muerte me llevara, ya sea por la poca sangre que tenía o ahogada en el mar. No se cuanto tiempo paso pero de la nada escuche voces a mi alrededor. Eran dos hombres.
-Dios que le paso a la muchacha- pregunto uno el que sonaba mas joven
-No se Alexander, parece estar muerta- contesto el otro
Sentí como me retiraban el cabello mojado de mi rostro y contenían un gemido de horror.
-Efrén, es Angelique  Johansson, es de las familias mas adineradas de la ciudad- dijo Alexander
-Oh no, Alexander ve su cuello,  fue atacada por uno de nuestra especie, que crueldad de algunos vampiros acabar con una vida tan joven- dijo Efrén ya retirándose.
-Padre, padre, todavía tiene pulso, no la podemos dejar morir, por favor sálvala. Es demasiado joven. No es justo, por favor sálvala padre- Dijo Alexander implorando
-Alex, sabes que ya te cree  a ti, más aparte casi no tiene pulso, es probable que no sobreviva al cambio- dijo Efrén desilusionado.
-Pero nada pierdes con intentar, por favor es una vida, algo me dice que la salvemos- dijo Alexander
- Esta bien- dijo Efrén

Gracias a Dios alguien se apiadarían de mi, me llevaría acaso con el medico. Cristopher de esta no se salva.
Fue en ese momento cuando sentí que me abrían la boca y escurría un líquido por mi garganta. Gota por gota fue cayendo en mi garganta.  Acercaron algo a mi boca, con la poca energía que me quedaba fui absorbiendo todo lo que se podía de ese liquido preciado que saciaba mi sed.
-Alexander, ella necesita demasiada, no le puedo dar toda yo. Creo que no se lograra salvar- dijo el tal Efrén.
-Yo seguiré padre, pero por favor tenemos que salvarla- dijo Alexander para después alejar lo que tenía en mi boca y colocar  otra cosa de la cual seguía saliendo ese liquido.

Yo teniendo mas fuerza lo tome  para que saliera ese liquido. Así seguí por un rato.
-Shh tranquila, creo que con eso será suficiente- dijo Alexander, fue en ese momento cuando abrí los ojos  y vi que de lo que absorbía con tanto fervor era su muñeca. La aleje de golpe de mi boca, no se como pero ya estaba otra vez arriba del rompe olas, al final del malecón, aunque toda mojada y con mi ropa destrozada por las piedras.

Me aleje en automático y los observe con miedo, ¿porque me daban de beber de su muñeca?
-Tranquila, no te haremos nada-  dijo Efrén.
Ya me había traicionado el amor de mi vida no volvería a confiar en alguien.
Me pare en automático y comencé a correr por el rompe olas pero no logre ni dar 10 pasos cuando mi cuerpo se contorsiono de manera sobrenatural, doblándose mi espalda casi hasta llegar al suelo.
Solté un grito de dolor horrible para después caer al suelo doliendome el estomago.

Me dolía todo como si se me hubieran roto los huesos en mil pedazos, mi estomago era el peor sentimiento. Sentía como si me abrieran y me arrancaras las entrañas. Yo gritaba de dolor, cuando otra contorsión llego a mí, haciendo que me estirara en el suelo y mi espalda se arqueara. Alexander llego y me tomo en brazos, yo me aferre a el  y cada vez que venía un dolor le clavaba las uñas en su piel además de gritar. Fueron tales mis gritos que Efrén  me puso algo en la boca para que no se escucharan.
Sentí como el aire recorría de golpe mi piel durante unos 5 minutos hasta que llegamos a un  lugar y me dejaron en algo suave,  era cama.

Llegaron los dolores mas fuertes con los cuales mi espalda se arqueaba cada momento, gritaba y gritaba pero mis gritos no salían. Mis manos estaban aferradas a la sabana que cubría a la cama. El dolor era cada vez mayor hasta que se concentro en mi garganta. La sentía arder y secarse como si hubiese bebido acido. Me tomaba con fuerzas el cuello para después gritar y llorar. Siguieron los dolores por mi garganta hasta que empecé a sentir como la temperatura subía poco a poco en mi pecho, al principio fue un calor reconfortante que quitaba un poco el dolor de mi cuerpo, pero fue subiendo la temperatura hasta que sentí como si me metieran  a las brazas. Ya no tenía fuerzas para gritar lo único que intentaba era alcanzarme el pecho para poder calmar el fuego o al menos arrancarme el corazón y ya no lo sintiera.
Un par de manos fuertes tomaron mis manos con astucia y las amarraron con cadenas a la cama, ahora no podía alcanzar mi pecho y solo sentía y sentía  el dolor y las llamas, intentaba gritar pero tenía la boca tapada y no salían más que gemidos.

No se cuanto duro el calvario de  las llamas pero cada vez las sentía mas intensas hasta que derepente, la temperatura fue bajando. Poco a poco se fueron apagando las llamas dejando un frío por donde antes había llamas.
Todo mi cuerpo se fue enfriando hasta que llego a mi corazón, que dio sus latidos por última vez.
-Angelique, despierta- Dijo Alexander

..........................................................................................................................................
wooow por fin termine la pesadilla POV Angelique, ahora viene lo mejor de la historia!!!
Espero que les haya gustado

2 comentarios:

  1. Te salió muyyy bien! Sigue escribiendo, lo haces genial :)

    ResponderEliminar
  2. Hola Danhy!!!
    Sorry x no haberme pasado antes! :/
    Wooow el cap estuvo excelente!!!
    Me encanto!
    Ya no puedo esperar al siguiente!
    Tienes muxo talento! ;)
    Publik Pronto
    KiSsEs, DaNy

    ResponderEliminar